Número: 4
Séfira:4
Elemento: Paso del Fuego al Agua
Planeta: Júpiter
Sendero: 14
Letra Hebraica: Daled
Esta es una carta de Transición entre el Elemento Fuego -que se acabó en la Emperatriz-, y el Elemento Agua que empieza en el Arcano V: el Papa. No contiene ningún signo astrológico, pero tiene una parte de Fuego y otra de Agua. A su vez, está regida por Júpiter, el gran protector.
Ha de darnos una idea de crecimiento, de expansión a lo grande, de fuerza, de poder y de autoridad -a la vez que de generosidad: se puede ser generoso por que "hay"-. Podemos decir que donde sale el Emperador, hay una gran fuerza que nos está apoyando en todo aquello que queremos realizar -prácticamente sin límites y casi con "carta blanca"-, y que a la vez nos proporciona estabilidad.
Sin embargo, hemos de tener en cuenta que esta carta es de Transición, es decir: nos apoya en todo aquello que queremos realizar y aún más: nos anima para ello, a la vez que nos da la suficiente capacidad emotiva para realizarlo. Por decirlo de alguna manera: está llena de Fuego y de Agua. Así, vemos que al no haber elemento Aire ni Tierra, no nos da ni ideas ni nada de dinero -nos protege nuestra economía y nuestros planes, pero no aporta nada más al respecto-. Como podemos observar, es una carta de total apoyo para nuestros planes y logros, llena de estabilidad y de apoyos por parte de "arriba".
Cuando este arcano nos sale al revés, va a significar pérdida de los apoyos de personas influyentes, quizá cierta arbitrariedad y desorden, así como debilidad y falta de carácter, en que se puede llegar a la ineficiencia y a la irresponsabilidad. También va a significar que veremos truncados nuestros proyectos no por culpa de nadie, sino a causa de haber confiado demasiado y en exceso en nosotros mismos (ir demasiado confiados), lo que nos llevará al fracaso debido a nuestra propia actitud.